Mantener el dedo del pie hacia arriba o «dorsiflexionado» es posiblemente uno de los elementos más importantes de la mecánica de carrera.
¿Por qué importa?
Porque la pierna pasa por esta acción con cada zancada que se da. Si el dedo del pie está hacia abajo, el Tríceps sural está desconectado y el tendón de la corva tendrá que hacer el doble de trabajo que si estuviera involucrado y activada, como ocurre cuando el dedo del pie está hacia arriba.
Con el dedo del pie hacia abajo, se experimentará una mayor fatiga de los Isquiotibiales, lo que aumenta la carga sobre el tejido y provoca un rendimiento peor.
También se expondrá a una tensión crónica en los Isquiotibiales, lo que provocará lesiones en estos.
Entonces, ¿qué tiene que ver la posición del dedo del pie hacia arriba con el tendón de la corva?
Cuando se tira del dedo del pie hacia la tibia, se activa el Tríceps sural, específicamente el Gastrocnemio, que cruza el tobillo y la rodilla y actúa como un flexor secundario del tendón de la corva o de la pierna. El Tríceps sural comparte la carga tanto en la acción de recuperación como en la acción propulsora de la zancada. Esta posición de dorsiflexión también es fundamental cuando el pie golpea el suelo, lo que le permite almacenar y liberar mejor la energía (gracias a la rigidez en la articulación).